Con el equipo de trabajo realizamos el contacto previo para dirigirnos hacia Cumbal Nariño, salimos desde la ciudad de Pasto, desde la terminal de transporte terrestre tomamos vehículo directo hacia la ruta sur salida Ipiales, por construcción de la vía panamericana el trayecto demoró 40 minutos además de las 3 horas habituales, pasando por el parador conocido como el Pedregal, subimos las montañas rumbo a Túquerres, el Espino, Guachucal y luego Cumbal, llegando hasta a la casa de la señora Lucía Tarapues y su familia compuesta por su esposo Diego, sus dos hijas Paola, Ximena con su hijo Felipe, que viven en la Vereda Tasma, ubicada a 15 minutos caminando desde la vía principal de Cumbal hacia La Laguna de la Bolsa y su volcán Cumbal el más alto del Sur Occidente de Colombia con 4.764 metros.

Cumbal se caracteriza por su clima frío, montañas en todo el horizonte que contrastan con amplios terrenos dedicados principalmente a la ganadería lechera y el cultivo de papa, ingredientes de abundancia en sus platos y su cocina. La familia que nos da la bienvenida tiene como principal fuente de ingresos la producción de leche la cual todos los días ordeñan, inician su día a las 4 de la mañana con esta actividad, repiten en la tarde entre 3 a 4 pm, de lunes a lunes, en su casa con amplio terreno cultivable tienen ovejas, gallinas, cuyes, conejos y cerdos, de cría y engorde, para consumo propio, venta, para fiestas y otros eventos. En la misma propiedad se encuentran cultivos de habas, choclo, papa, una huerta con repollo, cilantro, lechuga, remolacha, también se puede encontrar gran cantidad de flores, plantas ornamentales fuera y dentro de casa, arbustos de uvillas y árbol de reinas claudias.

Su cocina es amplia con fogón de leña, estufa de gas, nevera, zona de lavado, repisas para utensilios, ollas, baldes, repisas para platos, tazas, vasos, tarros organizados con azúcar, sal, arroz, granos, los productos de remesa están almacenados en repisas inferiores de fácil acceso, una pequeña ventana ilumina la amplia zona de la cocina donde se encuentran cuando comparten en familia junto al calor del fuego, los alimentos, el agua aromática y los relatos de su vida en el campo.

Desde que nos recibieron sentimos la amabilidad, humildad, laboriosidad, transmitiendonos la tranquilidad con la viven, compartiendo ampliamente todo lo que saben, conocen del lugar y las personas que lo habitan.

Durante la mañana siguiente día domingo, nos dirigimos a comprar una variedad especial de olloco conocidos como redondos, aguacates y otras compras para su familia, ingredientes disponibles en la plaza de mercado ubicada a un costado del centro de Cumbal, todos los productos imaginados se pueden observar, abundan las frutas, verduras, hortalizas, granos, carnes de res, cerdo y pollo, preparaciones locales como sopa de mote, caldo de gallina, costilla, frito, hornado, chorizo con papa criolla o papa amarilla. Ventas de ropa, utensilios, zapatos, botas, hierbas, electrodomésticos, etc.

En la tarde, nos dirigimos a la Laguna de la Bolsa, ubicada a 10 kilómetros de la plaza central a las faldas del Volcán Cumbal a 3440 metros sobre el nivel del mar, con amplios paisajes de frailejones y paja, su camino es transitado por turistas, locales que viven de la producción de trucha y el turismo en desarrollo, se ofrecen almuerzos con trucha frita, aguapanela con envuelto, café, los lancheros ofrecen transporte hacia el otro lado donde comer y conocer su proceso de producción, durante el trayecto de regreso observamos varios ciclomontañistas que se dirigen hacia la laguna.

Ya en contexto de la cocina tradicional de Nariño en el capítulo que dedicamos a las sopas, optamos por escuchar las recomendaciones de la familia quienes nos recomendaron El Locro, que por sus ingredientes es una sopa representativa de las zonas campesinas de clima frío en el departamento, la mayoría de ingredientes son producidos en sus tierras, parcelas, huertas o disponibles la mayor parte del año en las plazas de mercado, como las habas, ollocos, ocas, papas, papa amarilla, cebolla larga, que se pelan y se cortan en trozos medianos y pequeños, dispuestos en olla con agua, añadiendo sal al gusto, cilantro, manteca de cerdo, después de más de 1 hora al fuego, el Locro está listo para servir, acompañar con queso y cilantro. Una sopa preparada en fogón de leña que toda la familia disfruta, platicando sobre su quehacer diario, el cuidado de los animales, los cultivos y sus compromisos sociales dentro de su comunidad. 

El Locro es una sopa tradicional de Nariño, que se transmite de generación en generación principalmente por lazos familiares entre mujeres, abuelas, hijas, nietas que conocen y aprender de su preparación y del cultivo de sus ingredientes, es una sopa de fácil preparación y sabrosa que aporta vitaminas, minerales, es rica en fibra y antioxidantes. esta sopa tiene algo muy especial que nos produce una sensación de bienestar en familia que disfrutamos de compartir, por supuesto, el sabor de las habas, las papas, ollocos y demás ingredientes es característico haciéndola una de nuestras preferidas.

También debemos compartir que esta tradición como lo comentan sus portadores, se encuentra en peligro de desaparecer, esto debido a varios factores entre los cuales se encuentra el estilo de vida cambiante en la sociedad de consumo que opta por promocionan comidas de fácil preparación, instantaneidad, realce de sabor con productos procesados o artificiales. Esto sumado a que las nuevas generaciones de hijos o nietos optan por la vida en la ciudad en busca de oficio o estudios profesionales, que para bien o mal, disminuye la probabilidad de aprendizaje y puesta en práctica de la cocina tradicional en familia, que requiere de tiempo, un lugar para cocinar, ingredientes y también con quien compartir.

Con esta constancia, el registro en video, más la receta tenemos la esperanza que más personas se apropien de lo nuestra cocina tradicional en Nariño, abuelos, nietos, padres, hijos, tíos, sobrinos, familias completas tengan la oportunidad de conocer, disfrutar, degustar y preparar esta sopa que pertenece a las comunidades de habitan nuestras montañas en los andes colombianos, al sur, en el nudo de los pastos, en el fogón de leña, al calor de la familia, en unidad y bienestar.

Lucia Taramuel vive en Cumbal, en la vereda Tasma, ubicada a 15 minutos del centro de Cumbal, su familia la componen su esposo, Don Diego, sus dos hijas Paola y Ximena, su nieto Felipe quien es hijo de Ximena. La Sra Lucía y su esposo Don Diego realizan juntos las actividades principales que generan ingresos a su familia, se destacan por su amabilidad, sencillez, hospitalidad, su día a día lo marca la vida del campo, el ordeño de la leche, la siembra, cosecha, cuidado de sus vacas, ovejas, cuyes, conejos, gallinas y perros, la primera actividad del día a las 4 am, es el ordeño, que se repite en la tarde a eso de las 3 o 4 pm, dentro de las funciones que tiene la Sra Lucía es la preparación de los alimentos, y recibe ayuda de sus dos hijas quienes también estudian o buscan trabajo en la capital, su municipio y otros. La base de sus preparaciones son las papas, leche, hortalizas, verduras, están presentes el arroz y fideos, también las frutas y derivados de la leche en primer lugar la cuajada, producto de preparación y consumo familiar. Dentro de su estructura familiar la mujer en el campo tiene un papel de toma de decisiones con respecto a su familia, delegación de actividades a miembros de menor edad, la educación, transmisión de prácticas y saberes para la siembra, cosecha, cría y cuidado de animales. La cocina es un espacio de encuentro, conocimiento para todas ellas, como a los jóvenes quienes ayudan en las labores de preparación. Su conocimiento se transmite de madres a hijas, de abuelas a nietas, y el fogón ayuda al intercambio de la palabra, saberes y costumbres.